Debido a la vulnerabilidad que puede generar la ciberdelicuencia para la integridad digital de las empresas, se desarrollaron diversos ejes con el propósito de mantenerlas a salvo, como es el caso Silent4Business (S4B), empresa líder en ciberseguridad, quien garantiza la seguridad y privacidad en el ámbito corporativo.
S4B no solo resalta la importancia de contrarrestar los ciberataques, sino que también destaca la urgencia de una estrategia integral y proactiva. La firma promueve la ciberseguridad como un eje central para los órganos directivos, una visión respaldada por el informe "Prioridades para los Órganos Directivos de América 2023" de EY, que revela que el 64% de los órganos directivos da relevancia a este tema.
“Ha llegado el momento de considerar seriamente tres acciones fundamentales que los líderes empresariales deben adoptar como componentes esenciales de su estrategia: poner la ciberseguridad en el epicentro de las prioridades, invertir en este tema y cimentar una estrategia empresarial en ciberseguridad”, dijo al respecto Layla Delgadillo, directora de Silent4Business (S4B).
De acuerdo con la experta, la región latinoamericana ha mostrado cierta resistencia hacia la inversión en ciberseguridad, un aspecto que S4B busca cambiar. Por ello, insiste en que las organizaciones deberían destinar al menos el 10% de su presupuesto de Tecnologías de la Información en ciberseguridad.
“La falta de inversión en este ámbito podría resultar en pérdidas económicas de proporciones astronómicas, una realidad que S4B se compromete a prevenir a través de sus esfuerzos”, comentó Delgadillo.
Además, explicó que los Órganos Directivos deben abordar los riesgos cibernéticos en sus reuniones con los miembros de la alta dirección, al otorgar un papel protagónico al CIO o CISO, según corresponda.
“Adicionalmente, las directrices de ciberseguridad deben impregnar el diseño de nuevas tecnologías, productos y acuerdos comerciales, ejecutando así una estrategia nítida y adaptada a la entidad misma”, afirmó.
El estudio de EY también arroja otro dato importante: sólo cerca del 40% de las empresas en la región informan a sus colaboradores acerca de las pruebas de rutina, los resultados y las medidas necesarias ante vulnerabilidades, así como las pautas actualizadas para el trabajo remoto. S4B reconoce la dimensión humana como un componente clave dentro de la estrategia integral de ciberseguridad.
Otra vulnerabilidad que ha surgido en este espacio tecnológico es el uso ético de la inteligencia artificial (IA), así como las posibles consecuencias negativas que podría acarrear si no se gestiona adecuadamente.
En ese sentido, S4B señala que es imperativo abordar la cuestión del uso ético y establecer reglas y regulaciones claras, ya que la IA se vuelve cada vez más sofisticada y omnipresente.
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