La inversión en investigación es esencial para el desarrollo y la transformación del campo mexicano y, en este rubro, las alianzas público-privadas ocupan un papel relevante, expresó el secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Villalobos Arámbula.
Al atestiguar la firma del convenio de colaboración entre el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) y la Comercializadora Mexicana de Semillas S.A. (Comexssa), subrayó que este acuerdo permitirá fortalecer la investigación, producción y acceso de los agricultores a nuevas variedades mejoradas de semilla de frijol.
La expectativa de la Secretaría es que en 2024 se alcance una producción de frijol de 1.6 millones de toneladas, lo que significaría incrementar 500 mil toneladas y pasar del 90 al ciento por ciento en la autosuficiencia alimentaria de este producto básico, apuntó.
Señaló que las alianzas público-privadas ocupan un papel relevante en la inversión, desarrollo tecnológico e intercambio de conocimientos en la búsqueda de materiales resilientes, variedades mejoradas de semillas y esquemas de reconversión que incidan en la productividad y rentabilidad agrícola.
Así, dijo, los esquemas de colaboración en materia agrícola, pecuaria y pesquera entre organismos públicos y privados aumentan la posibilidad de éxito e impacto de los productos de las y los agricultores mexicanos en los mercados nacionales e internacionales.
Víctor Villalobos indicó que se aprovecha el momento que se vive en el país para fortalecer las necesidades de la agricultura nacional y atender la demanda de los consumidores, con productos que presenten mejor sanidad, inocuidad y calidad, y sustentadas en un modelo de cooperación de ganar-ganar y con acuerdos formales.
“Contamos con bienes públicos como el INIFAP y el Servicio Nacional de Inspección y Certificación de Semillas (SNICS) para hacer alianzas público-privadas en investigación y trabajo de campo, en una nueva connotación para producir y ofertar semillas de calidad a los productores del país”, destacó.
Bajo este esquema de convenio, aseguró, se cubren costos y aumentan las líneas de investigación en la obtención de más productos, en beneficio de las y los productores mexicanos.
El encargado del Despacho de la Dirección General del INIFAP, Luis Ángel Rodríguez del Bosque, señaló que este convenio es una muestra del valor de los bancos de germoplasma, infraestructura en laboratorios, campos experimentales y el capital humano en investigadores y técnicos, al servicio de los productores.
Aseguró que la confianza depositada en el organismo por parte de empresas privadas representa una parte importante en la reactivación de líneas de investigación, principalmente en el escenario de la pandemia, con la alienación de acciones para la producción de semillas mejoradas con el apoyo del SNICS.
El director general del SNICS, Leobigildo Córdova Téllez, indicó que esta iniciativa es resultado de una revisión de la cadena de valor, con el fin de mejorar la producción de granos en el país e incrementar la superficie sembrada de frijol y otros granos básicos, con semilla certificada por el organismo que preside y en apego a la Ley Federal de Producción, Certificación y Comercialización de Semillas.
En este sentido, exhortó a las empresas semilleras que así lo deseen a acercarse a SNICS para solicitar estos servicios.
El director general de Fomento a la Agricultura, Santiago Argüello Campos, celebró el convenio en el que convergen acciones y recursos públicos y privados, en beneficio directo de las y los productores y consumidores del país.
Los directivos de Comexssa, presididos por Joaquín Álvarez, consideraron que el convenio es un parteaguas en la producción de frijol en México, ya que la apuesta es mejorar la calidad, rentabilidad productiva y fomentar el consumo de la gramínea en el país.
De acuerdo con el representante de Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura (FIRA), Salvador Darío Gaucín Piedra, el financiamiento al cultivo de frijol en México es reducido si se compara con otros granos y cereales.
Sin embargo, observó, al incrementarse la superficie sembrada con semilla certificada se da mayor certidumbre a la cosecha de los productores y a su acceso al mercado, por lo que definitivamente esto va de la mano con el acceso al financiamiento.
El frijol, indicó, es un cultivo estratégico con amplio potencial para enfrentar los retos en cuanto a la autosuficiencia alimentaria, la producción sustentable y alimentos sanos y nutritivos para el bienestar del pueblo de México.
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