La tasa de inflación interanual de la eurozona experimentó en noviembre su primer retroceso en 17 meses, desde junio de 2021, pero aún se mantuvo elevada, en 10.0%, según cifras divulgadas por la agencia europea de estadísticas Eurostat.
En octubre, el índice de inflación estimado por Eurostat había alcanzado el 10.6 por ciento. Desde noviembre del año pasado, la inflación de la eurozona había quebrado cada mes su máximo histórico.
El retroceso registrado en noviembre es mejor que la expectativa expresada por fuentes de mercado, que apuntaban a una inflación de 10.4 por ciento.
De acuerdo con Eurostat, la inflación en noviembre se vio impulsada aún por la energía, aunque ese segmento experimentó una clara desaceleración al progresar un 34.9%, contra el 41.5% de octubre.
Los otros componentes de la inflación tuvieron pocas alteraciones, según los números de Eurostat.
El segmento de alimentos (que incluye alcohol y tabaco) avanzó 13.6% (13.1% en octubre), los bienes industriales no energéticos terminaron en 6.1%, sin cambios sobre el mes anterior, y los servicios retrocedieron marginalmente de 4.3% a 4.2 por ciento.
De las principales economías de la zona del euro, España registró la menor inflación interanual en noviembre, estimada por Eurostat en 6.6% (con relación a un 7.3% en octubre).
En Alemania, la inflación retrocedió de 11.6% a 11.3%, mientras en Italia se replegó de 12.6% a 12.5% y en Francia se mantuvo en 7.1 por ciento.
Como en meses anteriores, los países bálticos arrojaron los índices de inflación más preocupantes: Letonia exhibió un 21.7%, Lituania 21.4%, mismo nivel verificado en Estonia.
Reacción del BCE
Esta desaceleración de la trayectoria inflacionaria podrá tener efectos importantes en las decisiones del Banco Central Europeo (BCE), que entre julio y octubre de este año elevó sus tasas de referencia en 2%, algo nunca antes visto en la historia de esa institución.
A inicios de noviembre, la presidenta del BCE, la francesa Christine Lagarde, advirtió que la entidad tenía en carpeta "medidas adicionales" hasta que hubiese certeza de la tendencia de la inflación.
Para Bert Colijn, economista del banco ING, la tendencia inflacionaria es aún elevada, pero apuntó que aumentan "las primeras señales de que podría estar en su tope, o cerca de él".
Para el BCE, añadió Colijn, las señales tentativas de que la inflación está llegando a su punto máximo están aumentando".
Por ello, añadió, "es probable que esto haga que el BCE deje de lado sus aumentos de 75 puntos básicos, a un aumento menor, de 50 puntos básicos en diciembre".
Queda por ver si este es el pico de la inflación. Otro episodio de la crisis energética fácilmente podría hacer que la inflación vuelva a subir", advirtió.
Por su parte, Andrew Kenningham, economista jefe de la consultora Capital Economics, apuntó que "no será una sorpresa" si el índice de inflación vuelve a subir en diciembre y enero, dada la "volatilidad" de los números de noviembre.
"Pero no hay dudas de que la inflación caerá rápidamente el año próximo", agregó.
Kenningham también expresó su expectativa de que el BCE adopte otro aumento en la tasa de referencia "de 50 puntos básicos o incluso de 75 puntos básicos".
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