Alejandro Hernández Bringas, presidente del Instituto Mexicano de Ejecutivo de Finanzas (IMEF), aseguró que la economía mexicana entrará en recesión en 2023, debido al mal ambiente generado por el gobierno y problemas externos, especialmente en China.
“El escenario de desaceleración es totalmente posible y creo que estamos al borde de una recesión. Yo creo que entre esa desaceleración y un escenario de recesión no habría mucha distancia y estamos hablando de un punto porcentual de crecimiento económico muy factible, sobre todo si se da ese mal ambiente por situaciones del gobierno de nuestro país”, declaró el representante empresarial.
“Por el tema en China y por la recomposición de la cadena de suministro que le quitaría competitividad a nuestro país, posiblemente estemos muy cerca de recesión, sino muy cerca de lo que sería una recesión (de la economía)”, manifestó el directivo.
El panorama económico hacia adelante luce incierto en el contexto internacional y nacional, como lo atestigua la elevada volatilidad observada en los mercados financieros internacionales, las tensiones geopolíticas y los niveles inflacionarios que no ceden, declaró.
“Mientras que en el país existen situaciones como el ambiente de inseguridad, la falta de inversión y del respeto al estado de derecho”, comentó el presidente del IMEF.
La economía mexicana crecerá 3 por ciento en 2022, por lo que se crearán 735 mil empleos formales registrados ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), según la Encuesta mensual de expectativas IMEF.
Sin embargo, la tasa de producto interno bruto no se dará en 2023, ya que terminará en 1.2 por ciento y sólo habrá 418 mil empleos creados en la economía mexicana.
“Si bien el pronóstico para el crecimiento del PIB mejoró de forma marginal, de 1.1% en la encuesta de noviembre a 1.2% en la actual; sigue representando una fuerte desaceleración respecto al estimado del 2022”, apuntó.
“La desaceleración prevista para la economía de Estados Unidos conlleva el riesgo de convertirse en una recesión, y podría frenar el ritmo de nuestro comercio externo, que hasta el momento ha sido uno de los motores encendidos en la reactivación de nuestra economía”, manifestó Alejandro Hernández Bringas.
Hay una preocupación constante en México relacionada con decisiones políticas que enturbian el ambiente de negocios, como fue la aprobación en el Congreso de diversas medidas que modifican la regulación electoral o llamado Plan B, así como recientemente el cabotaje aéreo en el país, expuso.
“Todo ello complica considerablemente la operación a empresas mexicanas, perdiendo la oportunidad de obtener beneficios para los consumidores nacionales si se negociará de forma simétrica con otros países”, agregó el presidente del IMEF.
“Dado que el 2022 está terminando, hay que comenzar a enfocarse en las perspectivas para el 2023, que luce nuevamente complicado”, concluyó.
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